Policiales

Femicidio de Rosario Domínguez: piden prisión perpetua para el imputado

La fiscal Ana Caro solicitó al Tribunal Oral Nº 3 que condene a Jacinto Ríos por el hecho ocurrido en abril de 2023 en un campo del Partido de General Alvarado. La sentencia se conocerá el jueves 14 de agosto.

La fiscal Ana Caro solicitó al Tribunal Oral Nº 3 que condene a Jacinto Ríos a prisión perpetua por el femicidio de su pareja, Rosario Domínguez, ocurrido en un campo del Partido de General Alvarado en abril de 2023.

La instructora judicial consideró que durante el debate oral iniciado el lunes quedó acreditado, mediante numerosas pruebas y testimonios, que el hombre fue el autor del crimen y que no se trató de un accidente como había planteado la defensa en un comienzo. Por eso, en su alegato, la representante del Ministerio Público solicitó que reciba la pena mencionada.

El fallo de los jueces Juan Manuel Sueyro, Federico Wacker Schroder y Juan Galarreta (subrogante) se dará a conocer el jueves 14 de agosto al mediodía.

Rosario Domínguez (27) fue asesinada el 20 de abril de 2023 en un establecimiento rural en las afueras de Miramar de un disparo en la cabeza, su cuerpo, además, presentaba golpes que podrían haber sido provocados a culatazos.

El propio Ríos fue quien se comunicó con la policía para decir que había encontrado a su mujer sin vida. Los policías al llegar al lugar advirtieron alguna conducta contradictoria en el hombre y cuando la propia fiscal Caro asistió se hizo más notorio el nerviosismo y las incongruencias en el relato. Ante esto, la fiscal aprehendió de urgencia a Ríos y el Cuerpo Médico policial lo revisó: tenía rasguños en la espalda y otras partes del cuerpo.

Ríos fue detenido en el lugar y quedó imputado de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”. Desde entonces, permanece alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 44 de Batán.

El imputado, Jacinto Ríos, podría recibir la pena de prisión perpetua.

En el campo de 35 hectáreas ubicado en el kilómetro 15 de la ruta 77 y unos 2000 metros hacia el lado de Mar del Plata fueron secuestrados varias municiones y una soga a metros de donde estaba el cuerpo de Domínguez. Además, varios testimonios señalaron que en el campo tenía un arma de calibre similar al de la munición extraída de la cabeza de la mujer.

Este martes, testigos declararon en el juicio y describieron cómo era la relación entre víctima y victimario. Uno de ellos fue un hombre que también trabaja en el campo, pero en la cosecha de frutilla, quien comentó que días previos al femicidio, la víctima le había dicho a su esposa que si algo le llegaba a pasar, ellos tenían que hacerse cargo de sus hijos. No dio detalles, no dijo si sufría o no violencia de género. La víctima, a días de ir a trabajar al mismo campo que Ríos, solo le pidió a su hermana eso: que se hiciera cargo de sus hijos.

Y así sucedió, tras el femicidio: el testigo contó que junto a su esposa son quienes cuidan y crían a los hijos de Domínguez y Ríos. “Los chicos están muy bien. Saben todo lo que pasó y no lo quieren ver”, expresó el hombre y agregó: “Tienen miedo de que salga el papá y les haga lo mismo”.

Otra testigo clave fue una amiga íntima de Domínguez, quien dijo que ella sufría violencia física, sexual, psicológica y económica. Si bien aclaró que nunca presentó la denuncia ni le vio moretones o marcas de golpe, sí aseguró que su amiga le narraba habitualmente situaciones de violencia de género.

“Ríos le pegaba, la aisló de la familia, no le dejaba salir”, aseguró la testigo y agregó: “Ella no hacía la denuncia por los nenes, porque se autoconvencía con que no era grave y que iba a salir de ahí en algún momento”.

La mujer expresó que Domínguez tuvo que ir hasta el campo donde trabajaba Ríos porque no tenía dinero, ya que el hombre “no aportaba nada para sus hijos”. “El día anterior al femicidio ella se había mudado al campo para trabajar. Había vuelto ahí, a verlo por su economía, no para que pasara esto”, expresó.

Otros dos testigos, en tanto, definieron a Ríos como un “papá normal”, cariñoso con sus hijos y que no generaba problemas. Incluso la comunidad educativa del jardín rural donde iban los nenes, destacaban que la pareja participaba en la actividad de la institución. La muerte de Domínguez, para estos testigos, fue inesperada, ya que nunca habían percibido ningún tipo de conflicto profundo en la pareja.

La familia de Domínguez estuvo presente durante el debate oral, con remeras y carteles con la foto de la víctima y un reclamo de justicia para que Ríos sea condenado.

“Estamos muy movilizados, esto es algo muy doloroso sinceramente y remover lo que pasó es doblemente doloroso”, dijo Jésica, una de las hermanas de la víctima, quien también declaró como testigo en el juicio.

“Sabía que mi hermana sufría violencia de género, Ríos es un machista que siempre hizo diferencia entre sus hijos, siempre trató mejor al varón que a la nena. Mi hermana sufría episodios de violencia durante los años que estuvo con él, porque realmente sufrió violencia de psicológica y física”, contó la hermana de la víctima.

Yésica, además, recordó ese doloroso 20 de abril de 2023, cuando se enteró que habían matado a su hermana y al llegar a la quinta en las fuerzas de Miramar vi a su madre, sobre el cuerpo ya sin vida de Rosario. “Mi hermana nunca se había animado a denunciarlo, porque estaba sometida psicológicamente. Él le hizo creer que ellos eran todo lo que tenía, tanto mi hermana como sus hijos”, agregó.

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